En un concepto claro y preciso: Es el Arte y ciencia de hablar en público con corrección y belleza, con la única intención de persuadir y convencer. Es una ciencia porque el lenguaje es fáctico, numérico y comprobable. Su semiología ha sido ampliamente estudiada y aún se continúa dedicando tiempo y recursos para investigar el origen y la génesis de las diferentes lenguas alrededor del mundo. Es un arte por tener una vertiente axiológica y una deontológica, donde su origen (proveniente de líneas directas de acuerdo al idioma que se estudie) y su componente ético y moral se conjugan para darle forma al cuerpo teórico que define la importancia de su existencia.
El poder eficaz es ilimitado, no solo en la esfera política, sino en lo personal o el de las relaciones laborales, porque hablar no es una abstracción, sino un fenómeno que se produce siempre en circunstancias muy concretas: hablar es conversar, dictar una conferencia, pronunciar un discurso, dirigirse a una anónima teleaudiencia, informar a un grupo, participar en un coloquio, se habla en y para situaciones muy concretas. Si bien la emisión de voz es común en todas las circunstancias: no lo es en el tono; la gesticulación corporal o el orden de las ideas.
El hombre moderno, especialmente si es instruido, deberá desenvolverse hábilmente en cualquier entorno en el que tenga que expresar sus ideas. Expresarse mediante la palabra, verbal o escrita, es utilizar este tipo concreto del lenguaje para exteriorizar lo que siente y lo que piensa. Érase una vez un lorito que aprendió a decir solamente una palabra. No sabemos cual era la palabra, pero se dice que el lorito recibía un maní cada vez que la decía. El creyó que, de esta manera, tendría una vida agradable, por lo tanto nunca aprendió otra palabra; vivió comiendo maní. Muchas personas que se entrenan en oratoria, por ejemplo, son como el lorito: aprenden solamente lo que es necesario para obtener un poquito de maní y pasan el resto de la vida preguntándose por qué no consiguen más; no se dan cuenta de que lo que cada persona recibe esta en proporción directa a lo que hace. La lección más difícil de aprender en este modo es la simple verdad de que, poco de cualquier cosa no puede ser suficiente. Hay millones de personas que viven de minucias por falta de entrenamiento.
La comunicación es el elemento imprescindible y determinante para el logro de las mismas, por cuanto esta permite satisfacer las necesidades de intercambio, información, afecto, cariño, que solo puede darse a través de un proceso comunicacional.
¿Qué es la comunicación?
Es la más básica y vital de las necesidades, después de la supervivencia física. También puede conceptualizarse como la actividad que permite establecer relaciones con otros individuos a través de gestos, verbalizaciones, posturas, silencio y cualquier otra forma de conducta que conlleve fines predeterminados.
ELEMENTOS DE LA COMUNICACIÓN
Los elementos que integran la comunicación, cualquiera que sea la naturaleza de esta, son los siguientes:
- Emisor: el que habla o escribe.
- Receptor o destinatario: el que escucha o lee.
- Mensaje: lo que el emisor quiere transmitir al receptor.
- Código: sistema de señales previamente convenido para poderse entender.
- Canal: medio a través del cual el mensaje llega.
Tan esencial es que la comunicación contenga todos estos elementos, que cuando la misma falla por alguna circunstancia, la causa hay que buscarla en deficiencias imputables a cualquiera de ellos. La habilidad de quien comunica, como en el caso de los líderes o dirigentes, no consiste solamente en dar órdenes al amparo de la autoridad que se ostente, sino en poner a los destinatarios del mensaje en condiciones de aceptarlas o cumplirlas, más por la convicción y el razonamiento, que por la jerarquía de quien las emite. Para que esto se logre es preciso controlar continuamente los canales de comunicación, conociendo ante todo a los destinatarios de las comunicaciones transmitidas, previendo y valorando las reacciones de éstos, para estar seguros no solamente de que el mensaje será comprendido, sino que mediante el se promoverá la acción deseada.
Siempre que preparemos una información a ser compartida, debemos revisar que seamos el emisor correcto para darla a conocer. Debemos también estar seguros de informar al receptor adecuado, así como haber preparado el mensaje correcto. De igual manera debemos elegir el canal más útil para hacer llegar la información y el medio más pertinente para dicha acción, de lo contrario, comenzarán a establecerse barreras en la comunicación que nos pueden llevar a resultados desagradables, por no decir, desastrosos. Algunas de estas barreras son:
- Semántica: cuando no somos claros en la estructura lingüística y la ambigüedad se apodera del mensaje.
- Física: algunas veces los ruidos ambientales, música elevada u objetos o construcciones que impidan la continuidad sonora del habla pueden representar un problema para comunicarnos de manera adecuada.
- Psicológica: Debemos tener muy en cuenta las emociones de cada momento y su componente más importante como lo es la expresión emocional. El problema no es lo que decimos sino el COMO lo decimos, lo que puede crear o destruir relaciones humanas. Al mismo tiempo debemos tener presente el contexto y la percepción en que se ha recibido la información que queremos transmitir.
- Acción: Existen muchas maneras de evitar comunicarse o recibir un mensaje. Debemos prever cualquier acción destinada a bloquear la información que queremos transmitir.
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